EL CAMINO DE SIOM-TEI                       

Publicado por Ariaté Educación Evolutiva en

En lo más profundo del bosque vivía Siom-Tei, un pequeño gnomo y su familia rodeados de pájaros, flores, árboles, animales y mariposas.

Cada mañana muy temprano, se iba Siom-Tei junto a su padre al claro del bosque a esperar la salida del sol.

¡Cuánta belleza había en el lugar al despertar el día!, infinidad de colores, sonidos, aromas, movimientos sutiles ¡toda una sinfonía para saludar al nuevo día!

Su padre hacía que cada jornada fuera mágica, un día le enseñaba a leer las señales en las nubes, otro día a identificar los sonidos de la tierra, distinguir el canto de cada pájaro que vivía en el bosque, diferenciar las flores extasiándose con tanta diversidad de colores, formas y aromas, danzar al compás del sonido del bosque siguiendo a las coloridas mariposas, entender el canto del agua del río… ¡Infinitas posibilidades para jugar, conocer, disfrutar y aprender!

Y así, el pequeño Siom –Tei fue creciendo y aprendiendo junto a su padre, hasta que un día, papá gnomo le dijo: “Hijo mío, muchas cosas te he enseñado de la naturaleza y de la vida, tal como mi padre lo hizo un día conmigo…tu gran momento ha llegado, este es el día en que podrás comenzar a experimentar por ti solo todo lo aprendido y buscar tu propia forma de sentir lo que la vida te ofrece.  Al finalizar el día nos encontraremos y compartiremos juntos.

Con gran alegría Siom –Tei se dirigió al claro del bosque donde le aguardaba el Padre Sol, quien lo invitó con sus tibios rayos a recibir el impulso que necesitaba para comenzar su aventura.

Los árboles le mostraron la importancia de estar siempre conectados con el cielo y la tierra, un roble lo invitó a abrazarle y escuchar el sonido de sus fluidos moviéndose desde el tronco hacia las ramas en dirección al cielo y luego descender hacia la tierra a través de sus raíces.  “Es así como agradecemos al Creador el estar vivos”- le dijo el roble a Siom-Tei, al momento que le obsequiaba unas hermosas hojas de sus ramas.

Dirigió luego sus pasos al bosque y se maravilló con el canto de los pájaros, a quienes no tan solo pudo identificar tal como le enseñó su padre, sino que además pudo comprenderle mensaje que unos a otros se transmitían, Siom-Tei no cabía en si de la emoción… ¡también puedo aprender de ellos!  exclamó feliz al momento que recogía del suelo unas hermosas plumas de esos pájaros.

Las pequeñas hierbas y flores del lugar lo recibieron con gran alegría y le compartieron sus más preciados secretos de la vida, cada una de ellas irradiaba colores más allá de sus hojas y pétalos, lo cual fue abriendo en Siom-Tei todo su potencial creador.  Lo invitaron a recoger algunas hierbas y flores para formar luego un emplasto mágico y curar con él las heridas de algunos animales del bosque.

Más allá, el río lo invitó a contemplarle y aprender de su movimiento; es así como pudo darse cuenta que cada instante es único e irrepetible, la danza permanente del agua va cambiando todo a su paso, cada piedra o cada roca en su camino es un desafío que luego de brincarlo le infunde ¡más fortaleza y seguridad al río! “Lo mismo ocurre con tu ser” le dijo el río, tú no eres el mismo que ayer vino hasta aquí de la mano de tu padre ¡fíjate cuánto has crecido! y tampoco serás igual mañana.  Siom –Tei agradeció y tomó en su mano una pequeña piedra del río para recordar ese instante y mantenerlo vivo en su corazón.

Por la tarde regresó a casa para compartir con su padre la experiencia del día, para recordar siempre su primer día de aventura solo, construyó un mándala con las plumas, hojas, flores y piedras del río que simbolizaban su aprendizaje.

Narró en detalle todo lo vivido ese día a su padre, quien le escuchó atentamente, cuando hubo terminado Siom-Tei su relato, su padre le brindó una amplia sonrisa y le dijo: hijo mío, tú has ido mucho más lejos que tu padre, ¡has abierto tu corazón a la vida!, tu inocencia y pureza te han permitido percibir todo lo que el Creador tenía dispuesto para ti en este día….¡Felicitaciones, Siom-Tei, por hoy has aplicado la enseñanza e ido mucho mas allá!

FIN

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