Emprendiendo el vuelo

Publicado por Ariaté Educación Evolutiva en

Había una vez un polluelo el cual junto a sus padres viajo a un bosque diferente al suyo. Este polluelo era muy tímido, tenía muchos miedos y se ocultaba entre las plumas de sus padres, él sentía que no podía volar solo.

Cuando llegaron al bosque el polluelo se quedó maravillado con la gran diversidad de animales y plantas que coexistían.

Por vueltas de la vida decidió quedarse, y poco a poco el polluelo comenzó a crecer.

Primero dejó de ser tímido y se comenzó a abrir con los demás animales; hasta que un día, siete animales fueron invitados a crecer también. El polluelo sentía que se había encontrado con sus hermanos, hermanos de otra especie, hermanos de otra madre.

Dando pequeños pasos comenzó a confiar más en los demás; comenzó a reconocerse a sí mismo. Construyó su propio nido y cada vez estaba más feliz ahí. Sin embargo, había momentos en los que extrañaba a sus padres, a sus amigos, a su casa. Aún así siguió creciendo y nunca se detuvo.

Un día se dio cuenta de la dependencia que tenía hacia los animales, pues tres de sus hermanos se fueron del bosque y ya no regresaron.

Ahora eran 5 animales y el polluelo comenzó a sentir el reflejo de su polluela, teniendo que reordenar y rectificar su proceso con ella. Asimismo, aprendió a comunicarse de una forma linda, llena de amor y ordenada.

Ahora llegaba el momento de descansar y tomar unas breves vacaciones y el polluelo cada vez crecía más y más, hasta que llego el punto en el que sentía a su familia junto a él; también empezó a sentir que todo el mundo era su familia.

Ahora una de sus hermanas no regresaba lo que provocó que ahora fueran cuatro y esto los llevo a que se unieran aún más.

Ahora el polluelo empezaba a dejar de serlo y poco a poco se reconocía en la hermosa ave que era trabajando sus mecanismos y polaridades.

Con sus hermanos se fueron de viaje a la montaña, a las altas cumbres, ahí el ave cerro sus alas y no quería tocar la tierra, mucho menos quería sentir, sin embargo, recordó porque estaba ahí, recordó lo hermoso que es el planeta y sobre todo lo hermoso y maravilloso que es sentir. Y así junto a sus hermanos propusieron un proyecto de paz y ahora el ave se daba cuenta de quién es:

            Un hermoso cisne que está dispuesto a regresar a su casa con

                       todo el aprendizaje y el amor para irradiar.

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